Akie Abe considera que la planta tiene muchas utilidades y quiere recuperar la tradición del país.
La Primera Dama de Japón, Akie Abe, ha expresado sus deseos de que su país recupere la cultura del cáñamo que tan importante fue antaño. La esposa del actual Primer Ministro ha ofrecido declaraciones a los medios en varias ocasiones reivindicando el cannabis como “una planta de la cual todas sus partes pueden ser utilizadas”.
La relación de Akie Abe con el cannabis es estrecha y personal hasta el punto que decidió tratar la colitis ulcerosa del Primer Ministro con un medicamento a base de CBD, y ha expresado públicamente que le gustaría conseguir una licencia para cultivar cáñamo.
Japón tiene una historia larga de uso tradicional de la planta que se vio interrumpida por una ley promulgada en 1945, durante la ocupación de Estados Unidos tras la II Guerra Mundial. Desde entonces en Japón el consumo de cannabis puede conllevar una condena de 5 años de cárcel.
A pesar de esto la ley permite permisos especiales para el cultivo de la planta, tanto para fines industriales como para investigación médica. Pero en la práctica estos permisos son muy difíciles de conseguir y las personas e instituciones interesadas en el cultivo y la investigación se encuentran con muchas dificultades para plantear proyectos con la planta.