El ministro de Salud Pública del Gobierno escocés, Joe FitzPatrick, dimitió la semana pasada después de que se presentara una moción de censura contra él por el nuevo récord de muertes relacionadas con el uso de drogas. FitzPatrick dijo haber “acordado” su renuncia con el primer ministro de Escocia, Nocla Sturgeon, tras la moción de censura presentada por el Partido Laborista.
Cinco días antes de su dimisión los Registros Nacionales de Escocia publicaron la cifra de muertes relacionadas con drogas en Escocia para el año 2019. Las 1264 muertes supusieron un nuevo récord para el territorio escocés, un aumento del 6% respecto al registrado el año anterior, el sexto año consecutivo en el que se produce un crecimiento consecutivo. La elevada tasa de mortalidad escocesa es 3,5 veces más alta que la del Reino Unido en su conjunto.
“Como ministro responsable de esta área, en última instancia, asumo la responsabilidad. Está claro que mi presencia como ministro se convertirá en una distracción, cuando deberíamos estar enfocados en lograr el cambio que necesitamos para salvar vidas”, dijo Joe FitzPatrick en declaraciones recogidas por The Guardian. Tras su renuncia la ex-secretaria de igualdad, Angela Constance, fue nombrada para el puesto.
Desde el Partido Laborista de Escocia, que impulsaron la moción de censura, la portavoz de salud, Monica Lennon, dijo: “El gobierno escocés debe prestar toda la atención a la emergencia por muerte por drogas en Escocia. Se necesita una financiación urgente para impulsar el acceso al tratamiento y la rehabilitación residencial. El gobierno escocés debe respaldar las instalaciones de consumo seguro, como el servicio voluntario que se lleva a cabo en Glasgow”.