Investigadores de la Universidad de Gante, en Bélgica, están haciendo un ensayo científico para recuperar suelos contaminados con “sustancias químicas eternas” en el pueblo de Lillo, a partir del cultivo de cáñamo. La iniciativa pretende limpiar el terreno y después la comunidad local proyecta construir una nueva estación de bomberos.
La planta de cáñamo tiene la capacidad fitorremediadora. Esto significa que sus raíces absorben metales pesados y otras sustancias contaminantes de los suelos. En el caso del pueblo belga, ubicado en la ciudad portuaria de Amberes, se busca remediar los suelos que poseen sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) que se han utilizado durante décadas para diferentes usos industriales, como la elaboración e las sartenes antiadherentes de teflón.
“La planta de cáñamo no sólo es buena para nuestra economía circular, sino que también tiene el potencial de extraer PFAS de suelos contaminados. Por lo tanto, la investigación en este ámbito merece todo nuestro apoyo”, afirmó el alcalde y jefe de los servicios de emergencia de Amberes, Bart De Wever. Si tiene éxito, el método de limpieza podría implementarse en todo el país de Bélgica, según dijeron los funcionarios locales y el grupo de investigadores universitarios. Los primeros resultados serán difundidos en el próximo otoño.
La iniciativa de limpieza en Lillo es el segundo proyecto de este tipo en Bélgica, donde el gigante industrial 3M dijo hace dos años que logró cultivar cáñamo para eliminar las PFAS de la capa superior del suelo y purificar las aguas subterráneas contaminadas en un sitio industrial en Amberes. 3M se vio envuelta en un escándalo político en Bélgica en 2022 cuando los estudios para un proyecto de túnel revelaron que la empresa había liberado altos niveles de toxinas en el agua, el suelo y en seres humanos cerca de su fábrica. Los analistas han dicho que las obligaciones y los gastos de remediación de 3M vinculados a las PFAS podrían ascender a hasta 30 mil millones de dólares.