Los oficiales de policía de la capital de Canadá, Ottawa, podrán consumir cannabis mientras estén fuera de servicio. La Junta de Servicios de la Policía de Ottawa adoptó una nueva política para ajustarse a la legalización entrada en vigor en octubre.
El subjefe Steve Bell dijo que la nueva normativa es similar a las pautas ya establecidas para el uso de otras sustancias que pueden afectar el rendimiento en el trabajo.
“No puedes aparecer colocado. No puedes aparecer borracho. No puedes aparecer bajo el efecto de medicamentos recetados por tu médico que vayan a afectar tu capacidad para hacer tu trabajo”, dijo Bell. Aunque entra de la lógica de la nueva legislación, no deja de resultar llamativo que, aunque sea fuera de servicio, puedas cruzarte por la calle con un madero que porta un porro encendido del tamaño de su bota de montar.
Sin embargo, Bell dijo que el departamento había considerado prohibir todo uso de cannabis por parte de los oficiales, pero decidió que no podía prohibir una sustancia legal. “No es ilegal y, por eso, no creímos que pudiéramos decidir prohibir que nuestro personal lo use”, dijo Bell. “En cambio”, insiste el subjefe, “subrayamos que tienen que venir a trabajar y estar listos para hacer su trabajo”.
Y no solo es en Ottawa donde los policías van a soltarse la melena, en Vancouver, o en Regina, capital de la provincia de Saskatchewan, también están adoptando medidas similares.