El incidente tuvo lugar en la madrugada del pasado lunes 13 de mayo. Según el relato de la policía, varios individuos irrumpieron en The Woods forzando el ingreso por la parte trasera del local. Aunque el monto de lo sustraído no fue revelado, las autoridades confirmaron que el robo forma parte de una tendencia creciente de asaltos a dispensarios de cannabis en California.
The Woods, ubicado en West Hollywood, no es un dispensario cualquiera: desde su apertura en 2022, ha ganado notoriedad no solo por sus dueños famosos, sino por su enfoque ecológico y experiencial en la venta de cannabis.
Sin embargo, este caso viene a dar cuenta de un problema estructural asociado a la falta de protección y garantías para los negocios cannábicos, que siguen siendo considerados ilegales a nivel federal, aunque operen conforme a las leyes estatales lo que, entre otras cosas, los obliga a realizar sus transacciones en efectivo, convirtiéndolos en un blanco frecuente para el crimen.
De acuerdo con datos del Consejo de Regulación del Cannabis de California, solo en el último año se reportaron más de 300 robos a dispensarios con un patrón común que implica entradas forzadas, robos de producto y efectivo, además de una escasa respuesta institucional.
La situación también ha motivado a legisladores a impulsar leyes como el SAFE Banking Act, una propuesta que permitiría a los bancos ofrecer servicios financieros a empresas del sector cannábico en estados donde esta actividad es legal. Sin embargo, el proyecto lleva años estancado en el Senado norteamericano, bloqueado por la falta de consenso político.
El robo al dispensario The Woods reabre en EE UU la discusión sobre cómo puede prosperar una industria regulada si no se le ofrecen garantías básicas de funcionamiento y con una paradoja difícil de sostener: el cannabis es legal en gran parte del país, pero sus comerciantes siguen siendo tratados como criminales a nivel federal.
