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Cinco voces de Hollywood que apoyan la regulación del cannabis

Estas destacadas celebridades de la industria cinematográfica estadounidense utilizan su visibilidad para respaldar la regulación del cannabis desde diversas estrategias: activismo, negocios, salud pública y cultura.

Durante los últimos años, la normalización del cannabis ha trascendido los espacios activistas o legislativos y ha irrumpido con fuerza en la esfera cultural. En Estados Unidos, donde la regulación avanza de forma desigual entre estados, varias celebridades de Hollywood han decidido alzar la voz para cuestionar la narrativa prohibicionista que durante décadas dominó el discurso público. Más allá de los estereotipos o las bromas sobre porros en la pantalla, nombres como Seth Rogen, Woody Harrelson, Whoopi Goldberg, Morgan Freeman y Matthew McConaughey han asumido un papel activo en el impulso de nuevos marcos regulatorios.

Seth Rogen, reconocido por sus papeles cómicos asociados al consumo de marihuana, ha transformado esa imagen en una propuesta concreta. En 2019 cofundó Houseplant, una marca que combina diseño y cannabis. Más que una empresa comercial, el proyecto apoya programas de equidad social y colabora con organizaciones de reforma de políticas de drogas, promoviendo una cultura cannábica responsable.

Woody Harrelson, por su parte, representa el activismo de larga data. Fue arrestado en 1996 tras plantar cáñamo industrial como acto de desobediencia civil contra leyes que no distinguían entre cáñamo y cannabis psicoactivo. Años después, la justicia le dio la razón. Su vínculo con la organización NORML y su actual dispensario lounge en West Hollywood, The Woods, muestran una apuesta por experiencias de consumo libres de estigma y pensadas como espacios de encuentro social.

En una línea distinta, Whoopi Goldberg ha centrado su activismo en la salud. Diagnosticada con glaucoma y con antecedentes de dolor crónico, la actriz defiende el uso terapéutico del cannabis y lanzó en 2016 la marca Whoopi & Maya, enfocada en el alivio del dolor menstrual. Aunque el proyecto cesó en 2020, sentó un precedente clave: hablar de salud femenina y cannabis desde una perspectiva de autocuidado y justicia.

Morgan Freeman ha optado por una postura más sobria pero igual de contundente. En entrevistas ha compartido cómo el cannabis le ayuda a sobrellevar los dolores de una fibromialgia crónica, y ha expresado su apoyo a una legalización nacional, contrastando el daño social del alcohol con el potencial terapéutico del cannabis. Su testimonio refuerza la idea de que la planta puede formar parte de un enfoque médico más amplio.

Finalmente, Matthew McConaughey ofrece una visión matizada. Tras una juventud marcada por el consumo, ha desarrollado un discurso público que reconoce tanto los riesgos como las posibilidades del cannabis, enmarcándolo dentro de debates más amplios sobre salud, educación y equidad. Su figura encarna una transición desde el estereotipo del "fumeta simpático" hacia una reflexión crítica sobre el rol de la sustancia en la sociedad contemporánea.

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