El Senado de México no llega a un consenso para la regulación del cannabis y debe aplazarse.
Se pensaba que, con un poco de trabajo, tal vez la marihuana podría regularse en México para el Día de los muertos. Sin embargo, no se dio la circunstancia: el Senado no se pone de acuerdo y debe aplazarse. El problema serio es que el dictado legislativo de la Suprema Corte, por el que se declararon inconstitucionales varios artículos de la Ley General de Salud, va a vencer a final de mes. De esta manera queda más aún si cabe en el aire qué va a pasar con la regulación del cannabis para uso adulto.
Con el tiempo encima para acabar por cerrar algo, las organizaciones civiles han visto un momento histórico convertirse en un proceso legislativo deficiente que amenaza con ceder ante los grandes intereses económicos un negocio que se ha valorado en miles de millones de dólares. "México lo ha intentado todo y ha pagado los costos más altos del mundo bajo el esquema de la prohibición", apunta Zara Snapp, cofundadora del Instituto RIA.
Se tiene miedo a que se den dos situaciones y que sean la causa por las que se ha retrasado la regulación. Por una parte, se cree que los grupos de presión están ejerciendo lobby para que se cree una ley a su medida; por otra parte, que se cree una falsa regulación que en realidad no lo sea.
Uno de los puntos de fricción está en las leyes que regulan el etiquetado. Algunas partes denuncian que estas condiciones son muy estrictas y las pequeñas compañías tendrían muy difícil cumplir con lo que se le pide, dejando así todo el negocio a las empresas con mayor volumen de capital. A esto lo llaman “efecto Monsanto”. En el otro lado, se fija un “candado” al capital extranjero que quiera invertir en el cannabis mexicano en un 20%, algo que se cree que va a disuadir enormemente a los inversores, pese a que se sabe que grandes empresas del mundo del cannabis como Canopy Growth lleva negociando de manera más o menos secreta con diferentes agentes para estar los primeros a la hora de que la marihuana sea legal.
Más puntos negros de las leyes que no se han aprobado: no está nada claro cómo se iba a alterar el Código penal para que el estado mexicano dejara de perseguir o encarcelar tanto a los que cultivan como a los que consumen. En la redacción no está claro si se va a despenalizar y cómo se va a hacer.
La regulación integral queda en el aire a la espera de ver cómo se solucionan todos estos obstáculos que han ido apareciendo en el camino.