La semana pasada el Ayuntamiento de Alicante dio su visto bueno a la ordenanza que regulará la instalación de clubes cannabicos en la zona. 

Tal y como se informó en El Mundo, la apertura de un club cannabico se tramitará de manera similar al de una oficina: bastará con una declaración responsable para ejercer la actividad. Sin embargo cada club deberá pasar primero por Urbanismo para que se les de el visto bueno. 

Los clubes tendrán que instalarse en plantas bajas y a 300 metros de cualquier espacio libre público o privado: parques urbanos, áreas ajardinadas, parques deportivos y espacios libres deportivos equipados. También deberán respetar los 300 metros de distancia con equipamientos culturales docentes, sanitarios, sociales, asistenciales, deportivos y religiosos. Para acabar, debe haber una distancia de 1km entre clubes. 

No podrás plantar el club ni en el campo ni es una segunda vivienda, chalets o urbanizaciones. Cada club deberá contar con medidas de ventilación además de las ventanas. No podrá utilizarse con fines relacionados con la restauración, ni publicitarse en el exterior. Deberá cerrar a las 10 de la noche. La policía acordará con cada club un “código” cuyo incumplimiento podría llevar al cierre del local.

Después de tanta especificidad parece más un local clandestino que un club cannabico.