Ese parecía el propósito de una presunta banda organizada que la Guardia Civil de la provincia de Alicante desarticuló durante el mes pasado, y el medio para agradar a sus criaturas no era otro que ofrecerles 24 horas de música clásica a través del hilo musical.
La plantación, dividida en tres cultivos distintos, contaba con unas 2.000 plantas en avanzado estado de crecimiento, cercanas al momento justo de la recolección. Junto a las plantas han sido detenidas cinco personas, de nacionalidades sueca, española y alemana, y quizá de instruidos gustos melómanos, por la estrategia seguida para “aumentar el crecimiento de las plantas”.
El cabecilla de la banda, el arrestado de nacionalidad sueca, había sido detenido en el pasado como miembro de “otra peligrosa organización afincada en Madrid y estaba siendo investigado en su país de origen por distribución de sustancias estupefacientes y blanqueo de capitales”, según un comunicado del instituto armado.
Los integrantes de la banda tenían alquilados varios inmuebles de lujo en las localidades alicantinas de Elche y Almoradí, además de vehículos de alta gama que también les han sido intervenidos. Según los agentes, las plantaciones rendían cuatro cosechas al año, “beneficios netos de unos 80.000 euros por cada cultivo”, estamos seguros que de hierba de la mejor calidad, a juzgar por el mimo con el que era tratada.
Los cinco arrestados pasaron a disposición judicial acusados de pertenencia a grupo criminal, delito contra la salud pública, blanqueo de capitales, falsedad documental y alzamiento de bienes.