Según el informe del 2016 que elaboró el European Union’s European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (EMCDDA) la costa Mediterranea española es uno de los focos de mayor consumo de drogas de Europa. Destaca, sobre todo, en el consumo de cocaína.

Entre las quince ciudades europeas que más cocaína consumen en fin de semana colocamos a tres españolas: Barcelona, Molina de Segura (Murcia) y Castellón. 

Los que más consumen entre semana son los londinenses. Los rigores de la City y de la ciudad monstruo que es Londres parece que calan en sus habitantes: 790.5 mg por cada 1000 habitantes por día. Sin embargo, los fines de semana parece que la cosa se relaja y son los belgas en Amberes los que toman la delantera.

Un detalle: se estima que la dosis letal aproximada de cocaína se sitúa en los 1200mg. El consumo medio en por persona (que varía significativamente de persona a persona como se podrá uno suponer) ronda entre 10 y 120mg. Otro detalle: las estimaciones se realizan mediante mediciones en las aguas de desecho y, por lo general, han sido equipos de investigación de universidades de prestigio los que han analizado las aguas. 

No deja de ser especialmente llamativo que Molina de segura, ciudad de la provincia de Murcia, con una población estimada de 70.709 habitantes sea la sexta ciudad europea que más consume en fin de semana y la quinta que más consume entre semana. Es decir, consume casi tanto como Barcelona, pero supera a otros lugares de Europa como Milán, París, Lisboa u Oslo. 

Aunque a los españoles nos guste sacar pecho por nuestros logros internacionales los que verdaderamente deberían preocuparse (o no) son los Suizos: 6 de sus ciudades (de hecho las más importantes) están entre las 15 que más consumen cocaína. Por mucho que se esnife en la costa mediterránea en términos absolutos son los suizos a los que más les gusta la nieve. 

Otros datos curiosos: Bratislava es la capital europea de la metanfetamina, y en Reikiavik (Islandia) se consumen grandes cantidades de anfetamina y metanfetamina. 

En un aspecto más serio y preocupante, el informe revela que España es el segundo país donde más personas mueren por consumo de opioides. Alrededor de 7000 personas en 2014. Es cierto que la tendencia es a la baja, pero el 2014 fue un año de pequeño repunte. El 78% de los fallecidos eran hombres entre los 40-64 años. 

También cabe aclarar que el informe ha omitido ciudades tan destacas en Europa (y consumidoras) como Madrid, Manchester o Roma.