Sobredosis de masculinidad
¿Existe una relación entre las sobredosis y los problemas de género?
Según informaciones del gobierno de Canadá, durante 2016 fallecieron en el país 2.458 personas por sobredosis de opiáceos, una situación que se extiende también a EE UU, de modo que viene afirmándose que el norte de América enfrenta una epidemia causante de miles de muertes.
Según informaciones del gobierno de Canadá, durante 2016 fallecieron en el país 2.458 personas por sobredosis de opiáceos, una situación que se extiende también a EE UU, de modo que viene afirmándose que el norte de América enfrenta una epidemia causante de miles de muertes.
El pasado verano algunos medios difundieron un estudio realizado en la Columbia Británica, donde durante 2016 se produjeron 935 muertes de ese tipo, en el que se constata que el 80% de las víctimas se dieron entre hombres, mayoritariamente de edades comprendidas entre los 19 y los 50 años.
Las investigaciones muestran una mayor propensión de los varones al consumo de drogas ilegales por lo que sería lógico que padezcan un mayor número de sobredosis, pero el estudio sostiene que de las estadísticas se desprende una relación entre las adicciones y la masculinidad que de ser tomada en consideración podría proporcionar indicios sobre sus causas y soluciones.
A lo largo de varios años se estudió la salud mental de los hombres investigando por qué viven un promedio de entre 4 y 6 años menos que las mujeres y por qué son más propensos al suicidio que ellas. Como, en opinión de los autores del estudio, sucede con diversos problemas de salud, su relación con el género parece no haber sido lo suficientemente analizada.
El número de muertes producidas por sobredosis en Canadá supera al ocasionado por cualquier tipo de enfermedad infecciosa a lo largo de los últimos 100 años incluyendo el pico máximo de muertes por SIDA. El Gobierno está siendo criticado por no hacer lo suficiente paras combatir la crisis. El estudio señala que la respuesta de las autoridades sería distinta si el 80% de los fallecimientos afectara a las mujeres. Por otra parte, la diferencia de género en el número de muertes es fiel reflejo de los niveles de uso de drogas en la provincia donde el 80% de los adictos son hombres.
Desde otra óptica, existen opiniones en el sentido de que el Gobierno actúa con laxitud no a causa de cuestiones de género, sino debido al estigma existente entorno a los usuarios de drogas, de modo que si fuera otro el perfil de personas afectadas la situación hubiera sido abordada y, tal vez, resuelta.
El estudio señala que los hombres suelen sufrir más lesiones graves en el trabajo que las mujeres, algo que a su vez hace más probable la utilización de opiáceos para combatir los dolores. En nuestra sociedad, se afirma, los trabajos más peligrosos son asignados a los varones, algunos de ellos mueren y muchos sufren lesiones. Esta situación se ve agravada por las normas socioculturales que dificultan a los varones pedir ayuda o exteriorizar sus problemas emocionales. Debe tomarse en cuenta que uno de los principales usos de ciertas sustancias es tratar de mitigar el dolor psíquico y escapar a la angustia generada por un sufrimiento insoportable.
Una compresión profunda de estos factores, asevera el estudio, podría ayudar a combatir la actual crisis y cita, como ejemplo, las campañas publicitarias contra la conducción bajo los efectos del alcohol y otras drogas.
Tras un tiempo analizando las diferencias de género en el consumo de opiáceos parecen existir indicios de que el mensaje está calando entre la gente, se afirma en las conclusiones.