El presidente de EE UU, Joe Biden, ha proclamado esta semana, del 27 de agosto al 2 de septiembre de 2023, como Semana de Concientización sobre las Sobredosis. La Casa Blanca emitió un comunicado de prensa al respecto la semana pasada. La proclamación se ha hecho coincidir con el Día Internacional por la Concienciación de las Sobredosis, que se celebra el próximo 31 de agosto.
“Hago un llamado a los ciudadanos, agencias gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, proveedores de atención médica e instituciones de investigación para crear conciencia sobre el trastorno por uso de sustancias para que nuestra nación pueda combatir la estigmatización, promover el tratamiento, celebrar la recuperación y fortalecer nuestros esfuerzos colectivos para prevenir muertes por sobredosis”, dice el comunicado de la Casa Blanca.
El presidente asegura en la carta que su Administración estableció una estrategia nacional de control de drogas para perseguir “dos de los principales impulsores de la epidemia de sobredosis: la adicción no tratada y el tráfico de drogas”. Pero Biden no es del todo certero a este respecto. La crisis de adicciones en EE UU tiene como uno de sus orígenes la dispensación descontrolada de fármacos opioides entre la población estadounidense que, tal y como han reconocido varios tribunales del país, fue promovida por varias empresas farmacéuticas con intereses en la venta de fármacos como la oxicodona. Además, según la mayoría de expertos en políticas de drogas, la lucha contra el tráfico de drogas no elimina el consumo de drogas ni reduce las adicciones. Buena prueba de ello son los más de 50 años de prohibición de la drogas a nivel internacional, que no sólo no han logrado acabar con el tráfico y el consumo de drogas, sino que han agravado sus consecuencias.
Aún así, la Administración de Biden ha hecho avances significativos para frenar la epidemia de sobredosis que han sido celebrados por expertos y por personas usuarias de drogas y sus familiares. La más notable de todas es la orden emitida por la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) este año para permitir la venta libre de naloxona, un fármaco capaz de detener las sobredosis de opioides.
Pero el presidente de EE UU podría hacer mucho más por detener las sobredosis. Muchas organizaciones que trabajan con usuarios de drogas para reducir los riesgos del consumo defienden que la dispensación controlada de drogas para usuarios y personas con adicciones es la mejor forma de evitar las sobredosis, pues así se evita que los usuarios consuman sustancias adulteradas o sustancias de potencia desconocida, que son la causa detrás de la mayoría de sobredosis.