Un policía nacional que estaba de baja por problemas psicológicos y que estaba bajo investigación por posible participación en actividades de narcotráfico, murió ayer por un disparo en un tiroteo con otros agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil. El hombre, al que se le había retirado la placa y el arma por problemas psicológicos, había robado una pistola esa misma mañana en una comisaría de Lonzas (A Coruña), a la que había tenido que acudir para gestionar su situación laboral en la policía.

Según la información recogida por El País, el agente ahora muerto preguntó en su visita a la comisaría si le sería devuelta la pistola, y ante la negativa bajó a los vestuarios y forzó varias taquillas hasta que logró hacerse con la pistola de otro agente. Cuando en la comisaría se percataron del robo se desplegó una alerta y se lo localizó a 500 kilómetros de allí, circulando por la autovía A-231 en dirección a Burgos.

Agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional desplegaron un control de carretera para interceptarlo, pero este desobedeció su indicaciones, disparó y continuó huyendo. Los agentes persiguieron al policía armado hasta una gasolinera localizada en Villagonzalo Pedernales, en donde este se enfrentó a tiros a sus perseguidores. Allí murió el agente perseguido por el impacto de una bala en la pierna que acabó por desangrarlo. No hubo más heridos.

El agente muerto estaba siendo investigado por Asuntos Internos por su supuesta implicación en actividades de narcotráfico, una investigación que se inició después de que empezase su baja por problemas psicológicos. Estaba implicado en la investigación contra una red de tráfico de drogas de Ferrol que fue intervenida hace cosa de un mes. En ese momento el agente fue detenido, pero más tarde puesto en libertad por falta de pruebas contundentes. El agente fue condecorado con una medalla policial años atrás.