El ya exministro del máximo organismo de la justicia mexicana, la Suprema Corte, ha sido elegido como nuevo presidente de esta misma institución. Zaldívar, que fue hecho ministro de la Corte en 2009 por el expresidente Felipe Calderón, manifiesta afinidades con el actual ejecutivo del país azteca, entre otros con el presidente, López Obrador, y con Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación.
Además, Zaldívar es conocido, entre otras cosas, por haber sido el impulsor de la andadura para la legalización del uso recreativo de la marihuana. En 2016, tras el amparo a cuatro casos penales por parte de la Corte, de la que también formaba parte como magistrada Sánchez Cordero, declaró: “La gente tiene el derecho a fumar marihuana si le apetece”. En octubre de 2018 publicó un artículo donde se pueden leer cosas como esta: “La Corte determinó que la decisión de una persona mayor de edad de consumir mariguana con fines recreativos –no necesariamente medicinales– pertenece a esa esfera de autonomía personal protegida por la Constitución, ya que a través de dicha actividad se busca experimentar pensamientos, emociones o sensaciones en forma personal e íntima”. Y este señor preside el organismo más alto de la justicia en México, como decíamos. Afortunados nuestros hermanos. No contento con eso Zaldívar, en otro orden de cosas, acaba de declarar después del nombramiento: “La orientación sexual no tiene que ver con la dignidad de las personas, no hace ni mejores ni peores a unos de otros; es una cuestión, primero, biológica, y aunque no lo fuera, una cuestión de preferencias”.