Los psiquiatras australianos ya han empezado a recetar MDMA y psilocibina como fármacos para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático y la depresión resistente a tratamiento. El pasado 1 de julio entró en vigor la normativa aprobada en febrero por la que ambos compuestos han pasado a formar parte de las opciones terapéuticas indicadas para el tratamiento de la salud mental.
Ambas sustancias han pasado de estar en la Lista 9 de drogas (la que incluye las sustancias prohibidas para cualquier uso) a la Lista 8 (que incluye a las sustancias permitidas para uso terapéutico pero con el nivel más estricto de control). La MDMA sólo podrá recetarse para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático y la psilocibina para tratar la depresión resistente a tratamiento. Y ambas deberán administrarse junto con sesiones de psicoterapia.
Según el diario The Guardian, la entrada en vigor de la regulación convierte a Australia en el primer país del mundo en reducir el control legal sobre estas sustancias. Aún así, hay otros países que permiten su uso terapéutico bajo determinadas circunstancias. Es el caso de Suiza, que permite el uso compasivo, o el caso de Canadá, que el año pasado aprobó el acceso a tratamientos con ambas sustancias mediante un proceso de prescripción excepcional y controlado. También los estados de Oregón y Colorado, en EE UU, han regulado el acceso terapéutico a la psilocibina, y actualmente están en proceso de implementar su regulación.