Desde hace un par de meses el gobierno de Michigan está detrás de los dispensarios aplicando leyes un tanto draconianas. Estamos hablando de casi 200 locales de venta de marihuana para uso medicinal que han sido cerrados por problemas de papeleo por el Department of Licensing and Regulatory Affairs, dedicado a velar por las licencias de los comercios.
Es cierto que muchos de estos lugares no tienen ni un solo papel en regla, y que se les advirtió de que debían poner en orden sus papeles y nadie hizo ni caso. Pero estos 200 casos, en general, estaban a la espera de que su licencia pudiera cursarse y han tenido que cerrar antes de que hubiese la oportunidad de recibirla. “En Michigan había locales donde se operaba antes de que las leyes les aprobaran su negocio o se implementase su solicitud. Así que se redactó una ley de emergencia que permitía temporalmente sus operaciones”, dice David Harn del Department of Licensing and Regulatory Affairs. Se refiere a que el gobierno de Michigan dio un periodo de gracia bastante extenso para que los locales pudieran tramitar sus licencias, pero parece ser que muchos hicieron caso omiso.
Todos los dispensarios que se han visto obligados a cerrar fueron alertados con un “cese de actividades” mucho antes de que la policía se presentase allá. Según Harn, los locales que han cerrado pero mandaron su petición de licencia podrán abrir en cuanto reciban el permiso. Esperemos que sea pronto porque Michigan cuenta con 270.000 personas registradas para comprar cannabis medicinal.