En una conferencia de prensa en la que se anunciaron las muertes recientes por sobredosis en el estado, el médico y forense jefe de la región, Guy Felicella, pidió al gobierno que creara un suministro legal y regulado de heroína, y mencionó la posibilidad de incluir también fentanilo en polvo en dosis controladas.
El elevado número de muertes se explica por las frecuentes adulteraciones de la heroína callejera con el opioide fentanilo, una sustancia mucho más potente y letal a dosis bajas. También la situación de la covid-19 y el consecuente aislamiento social ha hecho aumentar el consumo de drogas y su intermitencia, lo que supone un riesgo mayor de sobredosis para los consumidores. “Con los niveles de concentración de fentanilo en el territorio, tenemos un mercado de drogas contaminado que puede matar a las personas de un golpe. Por eso necesitamos un mercado de fármacos regulado”, dijo Felicella al diario The Guardian.
En junio un grupo de consumidores de drogas de Vancouver planearon distribuir 200 dosis de heroína limpia de forma gratuita como medida de emergencia para aquellos consumidores que se habían quedado sin acceso a la sustancia, pero descubrieron que casi todas las dosis que probaron contenían fentanilo y otros aditivos peligrosos. “Mi hijo todavía estaría aquí si hubiera tenido acceso a un suministro seguro de heroína”, dijo la madre de un joven de 26 años que murió el pasado junio.