En poco más de un mes se cumplirá el primer año de la muerte de Matthew Perry, el reconocido actor que interpretó a Chandler Bing en la serie televisiva Friends, quien tuvo un trágico final por una sobredosis de ketamina. Si bien todavía el caso está siendo investigado por las fuerzas policiales de EEUU, semanas atrás sucedieron los primeros arrestos. Se tratan de cinco personas, entre las cuales se incluyen vendedores de la sustancia y algunos integrantes del círculo más íntimo de la fallecida estrella de Hollywood.
Según una reciente publicación del New York Times, quienes accedieron al expediente judicial, la primera acusación formal presentada ante los tribunales federales es contra Jasveen Sangha, conocida como “la reina de la ketamina” por su gran distribución de la sustancia en Los Ángeles, California. También fue apuntado como responsable de la muerte de Perry a Salvador Plasencia, un médico de urgencias que habría ayudado a suministrar ketamina, a pesar de conocer el historial de adicción del actor. Los cargos contra estas dos personas incluyen “conspiración para distribuir ketamina, distribución de ketamina con resultado de muerte, posesión con intención de distribuir metanfetamina y alteración y falsificación de registros relacionados con una investigación federal”
También fueron acusados como responsables del hecho a Kenneth Iwamasa, asistente personal de Perry y quien admitió haberle inyectado ketamina, incluso el día de la sobredosis; Mark Chávez, otro médico local que facilitó la sustancia; y Erik Fleming, otro vendedor de ketamina.
“Estamos enviado un mensaje claro. Si se dedican a vender drogas peligrosas, los haremos responsables por las muertes que provoquen”, dijo Martin Estrada, fiscal de EEUU para el Distrito Central de California, en una conferencia de prensa en la que se anunciaron las nuevas detenciones por la muerte del célebre actor de Friends.
Matthew Perry’s death has raised questions about the increasing reliance on ketamine by doctors who see it as a promising alternative therapy for depression and other mental health disorders, even as it remains largely untested for that purpose. https://t.co/7MXuJVscEW
— NYT Science (@NYTScience) August 21, 2024