Cada vez son más las compañías estadounidenses que están suprimiendo las pruebas de positivo de marihuana en sus procesos de selección de personal. FPI Management, una compañía de administración de propiedades en California, empleadores en fábricas en New Hampshire, los casinos de Caesars Entertainment, son algunos de los ejemplos de la nueva política de contratación.
Los análisis de consumo de marihuana –algo establecido en grandes compañías estadunidenses desde hace al menos 30 años– excluyen a demasiados trabajadores potenciales, señalan los expertos, en momentos en que cubrir vacantes es más difícil que lo que ha sido en casi dos décadas. “Es un fenómeno que nos ha tomado por sorpresa”, dijo Michael Clarkson, jefe de análisis de drogas en Ogletree Deakins, un bufete de abogados. “He escuchado a numerosos clientes decir cosas como: ‘No puedo cubrir el tercer turno si hago análisis de marihuana’”.
Desde Caesar, propietaria de varios casinos en el área de Las Vegas, se pronuncian sobre el asunto: “Sentimos que dados los cambios en las leyes que están ocurriendo en todo el país era prudente que tomáramos un punto de vista diferente sobre la marihuana a diferencia de otras drogas en el proceso de selección previo al empleo”, dijo Rich Broome, vicepresidente de comunicaciones de la compañía. “Es diferente cuando estás en el trabajo; si estás en el trabajo, lo evaluaremos, y si tienes la presencia de drogas en tu torrente sanguíneo, puede ser motivo de despido”.
En un país donde en cada vez más lugares te puedes fumar un joint sin problemas, parece tener poco sentido mantener las antiguas políticas de contratación.