El Congreso de Florida rechazó la semana pasada la legalización de las tiras reactivas para detectar la presencia de fentanilo, un opioide usado como adulterante que ha causado buena parte de las muertes por sobredosis ocurridas en EE UU en los últimos años. Se trata de un método de reducción de riesgos para usuarios de drogas que se puede usar tanto sobre drogas en polvo, como en comprimidos o soluciones inyectables.
Aunque Florida es el segundo estado de EE UU con más muertes por sobredosis, la medida fue rechazada gracias a los votos de la mayoría republicana en el Congreso. Los detractores argumentan que la legalización de las tiras reactivas hará que más personas consuman drogas, pero lo cierto es que las tiras sirven a las personas que ya son consumidoras para detectar si hay fentanilo en las drogas que han comprado en el mercado negro —por ejemplo, en una dosis de cocaína o heroína—, y les da la oportunidad de evitar su consumo en caso de que se detecte el peligroso opioide.
Las tiras reactivas son una medida rápida, barata y efectiva para luchar contra las sobredosis, como también lo es la naloxona, un fármaco que detiene la sobredosis de opioides y cuyo uso no está siendo potenciado en EE UU por las mismas ideas conservadoras, que consideran que su disponibilidad aumentaría el consumo. “Es otro gran error”, dijo a la agencia EFE Joy Stampler, una activista por la despenalización de la drogas que aboga por la amplia implementación de medidas de reducción de daños en el uso de sustancias. “Si [los consumidores], saben que hay fentanilo, al menos existe la posibilidad de que alguno decida no consumir esa dosis”, dijo a la agencia de noticias.
Estados Unidos tiene un problema de adicción a drogas opioides y sobredosis mortales de tal calibre que ha sido declarado como una emergencia nacional de salud. El año pasado se registró la mayor cifra de fallecimientos por sobredosis de la historia del país, con más de 100.000 muertes contabilizadas entre abril de 2020 y abril de 2021. En Florida entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 murieron 7574 personas por sobredosis, la segunda cifra más alta del país, solo superada por California, donde las muertes registradas por esta causa alcanzaron las 10.098 en el mismo periodo.
