A medida que los alimentos de origen vegetal ganan espacio, la presencia de semillas y proteína de cáñamo en pastas, bebidas y barritas ha crecido con fuerza. En ese mismo contexto, centros de investigación franceses han empezado a documentar casos de alergia alimentaria asociados a esta semilla, con síntomas que van desde reacciones cutáneas leves hasta una reacción alérgica grave que puede comprometer la respiración y requiere atención médica urgente, conocida como anafilaxia.
¿Cómo lo comprobaron? Prepararon extractos de proteína de semillas de cáñamo y los compararon en laboratorio con los de avellana, usando pruebas de alergia. En sueros de personas ya sensibilizadas a la avellana, esas defensas también reaccionaron al ser expuestas a las proteínas del cáñamo aunque éste es un resultado de laboratorio aún debe validarse clínicamente.
El análisis proteico permitió señalar a las vicilinas y a las edestinas como candidatos principales a actuar como alérgenos de la semilla de cáñamo. Se trata de familias proteicas ampliamente distribuidas en frutos secos y otras semillas, y están implicadas con mayor frecuencia en alergias alimentarias . El parecido estructural con proteínas presentes en la avellana ofrece una explicación plausible para la reactividad cruzada observada en sueros de pacientes sensibilizados a ese fruto seco.
A efectos prácticos, los autores recomiendan prudencia: las evidencias disponibles son de laboratorio y requieren validación clínica y, para personas con diagnóstico de alergia a la avellana o a varios frutos secos, la recomendación razonable es revisar el etiquetado de alimentos con cáñamo, consultar al médico antes de introducir a la dieta esta semilla o derivados y reportar cualquier reacción.
El hallazgo no busca generar alarma entre los consumidores de semillas de cáñamo, sino a mejorar la información y la vigilancia clínica en un mercado donde este producto gana espacio como ingrediente.