La esketamina, una molécula isómera de la ketamina con efectos idénticos (pero patentables), ha sido aprobada por la Agencia Europea del Medicamento para su uso como antidepresivo en casos de depresiones resistentes. Después de varios ensayos clínicos realizados en los últimos años la sustancia ha demostrado tener un potente efecto antidepresivo de acción muy rápida, reduciendo la depresión y los pensamientos suicidas de forma casi inmediata.
Mientras que los antidepresivos clásicos empiezan a actuar a partir de la cuarta semana, la ketamina (y la esketamina) actúa desde las primeras horas de la administración. El medicamento en su forma comercial tendrá el nombre de Spravato y se presentará en forma de spray nasal. El fármaco únicamente se podrá conseguir a través de la dispensación hospitalaria y no se venderá en farmacias. La ketamina actúa de modo muy diferente a cómo lo hacen el resto de antidepresivos, actuando sobre el sistema glutamatérgico, en la corteza frontal. “Cuando actúa, cierta cantidad de glutamato no se libera y esto reduce la cantidad de estrés. Aunque la gente piense que una persona con depresión está como apagada, el problema es que su cerebro está hiperactivo”, explicó Eduard Vieta, jefe de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona, en declaraciones para El País. La ketamina es un fármaco muy usado como anestésico desde los años 70 por su amplio margen de seguridad. A finales de los años 80 y principios de los 90 la ketamina se empezó a usar en contextos recreativos dentro del auge de la cultura rave, y en 1999 fue incluida en la lista II de sustancias fiscalizadas; lo que no ha impedido que se hayan ido realizando estudios sobre su poder antidepresivo, y también como tratamiento contra el alcoholismo.