La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) ha recordado en su recién publicado Informe Anual 2022 que la legalización del uso no médico del cannabis contraviene la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes. La JIFE ha advertido a los países que han legalizado el cannabis de uso adulto que este tipo de regulaciones “parece dar lugar a una mayor consumo y una menor percepción de riesgo, especialmente entre los jóvenes”.
Como viene siendo habitual desde que Uruguay se atrevió a promulgar la primera legalización del cannabis para uso adulto, la JIFE ha vuelto a mostrar su descontento con aquellos países que están tomando medidas para garantizar un acceso seguro al cannabis y sus derivados. En años anteriores, la JIFE ya señaló a Uruguay, Canadá o EE UU por sus políticas de regulación.
“La industria del cannabis en expansión está comercializando productos relacionados con el cannabis para atraer a los jóvenes y este es un motivo de gran preocupación, ya que se minimizan los daños asociados con el uso de productos de cannabis de alta potencia”, dijo el presidente de la JIFE, Jagjit Pavadia, según recoge la nota de prensa del organismo.
Mientras la JIFE insiste en mantener la prohibición del cannabis y otras drogas (el objetivo por el que fue fundada esta institución), cada vez hay más instituciones internacionales reclaman la necesidad de cambiar el enfoque sobre las políticas de drogas y dejar a un lado la prohibición. Esta semana el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, se dirigió a la 66ª Comisión de Estupefacientes de la ONU (CND, por sus siglas en inglés), para pedir el fin de las políticas prohibicionistas. “La Guerra contra las Drogas se ha convertido en una guerra contra las personas, fallándonos a todos”, dijo el alto funcionario.