En junio del 2022, Tailandia se convirtió en el primer país de Asia en regular el cannabis para todos los usos y crear las bases de una industria alrededor de la planta. Sin embargo, las autoridades del Gobierno han cambiado en septiembre pasado y se ha producido un giro conservador. La última novedad es que esta semana el Ministerio de Salud presentó un proyecto de ley que volvería a criminalizar a los usuarios adultos de cannabis y solo permitiría los fines medicinales.
Una de las promesas durante la campaña del nuevo Primer Ministro tailandés, Srettha Thavisin, fue “rectificar” las leyes sobre el cannabis en los primeros meses de su Gobierno. Según el proyecto parlamentario que presentó el oficialismo, la planta y sus derivados se limitarán solamente a fines médicos. Mientras que el uso adulto o recreativo tendrá multas económicas o penas de prisión de hasta un año. Thavisin dijo que el uso de drogas “es un gran problema para Tailandia”.
La regulación del cannabis en Tailandia fue toda una sorpresa en la región asiática, si se tiene en cuenta que en países vecinos como Singapur se puede aplicar la pena de muerte por la tenencia de drogas. El anterior ministro de Salud tailandés, Anutin Charnvirakul, fue el principal promotor de la despenalización y posterior legalización del cannabis del año 2022. Desde ese momento, en ciudades como Bangkok o Chiang Mai se crearon dispensarios de flores y cafés cannábicos que atraían cientos de turistas.
Todo indicaría que se aprobaría el nuevo proyecto de la actual gestión para retrotraer los avances legislativos del cannabis. El actual Gobierno al mando Thavisin se produjo a partir de una alianza conservadora entre el ex mandatario Thaksin Shinawatra y altos mandos militares. Una de las medidas más controversiales del Ejecutivo fue la designación de Thammanat Phromphao al ministerio de Agricultura, que forma parte de la formación promilitar Palang Pracharat y que pasó cuatro años en prisión por narcotráfico en Australia durante la década de 1990.