Aunque se veía venir, Nueva York tumba la ley que pretendía legalizar la marihuana para uso recreativo. 2019 no será el año de la legalización.
Los líderes estatales de Nueva York, la mayoría del partido Demócrata, han continuado enrocados en su posición de no legalizar la marihuana. El gobernador Cuomo, que se comprometió firmemente con el proceso de regulación del cannabis, no ha logrado que su propuesta germine este año.
La senadora Liz Krueger, demócrata por Manhattan y patrocinadora principal de la iniciativa en la cámara alta, confirmó el miércoles que la medida no sería aprobada este año.
"Logramos grandes avances... a través de meses de negociaciones y conversaciones", dijo en un comunicado. "Estuvimos a punto de cruzar la línea de llegada, pero nos faltó tiempo".
El caso de Nueva York es bastante excepcional en muchos aspectos. Uno de los Estados más cosmopolitas y que está mayoritariamente a favor de la legalización se encuentra con sus líderes políticos que ejercen una opinión encontrada y bloquean que el proceso pueda continuar. ¿Por qué no se legaliza, entonces? El problema está en que no se ponen de acuerdo en qué se va a gastar el dinero que se recaude en impuestos, cuánto se va recaudar, cómo borrar los antecedentes o si las pequeñas comunidades van a poder impedir que se abran dispensarios en su zona.
Tras este fracaso es probable que la legalización se incluya dentro de las cosas que la gente podrá votar durante la campaña de 2020, lo cual debería permitir que el apoyo popular salvase la papeleta, pero no está claro que esto llegue a ser así. Aún queda abierta la puerta para descriminalizar, pero parece difícil en cualquier caso.