El Ministerio de Sanidad de Nueva Zelanda ha autorizado el cultivo de una especie de hongos psicodélicos autóctonos en el marco de un proyecto de investigación y uso terapeútico en el que colaboran instituciones científicas y comunidades de indígenas maoríes. El objetivo es desarrollar tratamientos para ayudar a las personas de las comunidades maoríes con adicciones a la metanfetamina y otras sustancias.
La licencia se ha otorgado a Rua Bioscience, una empresa biofarmacéutica con sede en Tairāwhiti, para que pueda cultivar legalmente la especie autóctona de hongos Psilocybe Weraroa. La licencia de esta empresa servirá para desarrollar un proyecto a largo plazo de investigación y tratamiento para las adicciones. Según el medio New Zealand Herald, el proyecto está conformado por media docena de instituciones de investigación científica y médica, universidades, por practicantes de la medicina tradicional maorí (Rongoā Māori) y por otros miembros de las comunidades indígenas.
“Estos taonga [hongos] son proporcionados por los Atua [deidades maoríes] y nuestra gente los ha estado utilizando para la curación y el bienestar durante siglos. Hemos estado aprendiendo de los tohunga [practicantes expertos] sobre cómo el taonga puede ayudar a cambiar hábitos arraigados y formas de pensar inútiles, para abrir nuevas posibilidades”, explicó Jody Toroa, administrador del centro espiritual tradicional Rangiwaho Marae.