Otro estudio se suma a los que se han ido publicando en los últimos meses en el que se asegura que el uso de la marihuana disminuye la dependencia a los opioides.
El artículo salió en PLOS magazine bajo el nombre “Frequency of cannabis and illicit opioid use among people who use drugs and report chronic pain: A longitudinal analysis”. En el artículo se relata cómo se le hizo un seguimiento a 1.100 personas durante un periodo de 30 meses sobre si los pacientes utilizaban cannabis para tratar el dolor o recurrían a opioides del mercado negro.
Una de las razones que conocemos de la llamada por los medios estadounidenses “epidemia de opioides” fue la descontrolada prescripción de este tipo de fármacos por parte de los médicos. Sabemos incluso que algunas multinacionales estuvieron presionando y sobornando para que esto sucediese. Sucede que los opioides de este tipo solo pueden conseguirse con receta, por lo que cuando las personas que se estaban medicando perdían el acceso a la medicina se encontraban con dos problemas. Por un lado, no tener forma de reducir el dolor. Por otra, ya estaban enganchados a este tipo de fármaco. La manera de acabar con estos dos problemas si uno carece de dinero era recurrir al mercado negro. Y no mencionamos a las personas con dolor crónico que deben de un modo u otro aliviar el dolor pero no reciben la ayuda de un sistema de seguridad social como sí sucede en países como España.
Lo que el estudio concluye es que la gente que usa cannabis para tratar el dolor recurre en un 50% menos al uso de opioides ilegales para tratar el dolor. Además, el cannabis reduce algunos efectos secundarios asociados al dolor o al uso de opioides como las náuseas, la falta de sueño o el estrés. De ser correcto el estudio estadístico resulta bastante relevante para comprender cómo acabar con la dependencia excesiva de los opioides en países donde se han recetado como si fuesen caramelos.
Como conclusiones secundarias se puede decir que el estudio apunta a que sería muy beneficioso la legalización del cannabis para que esta gente no recurriera al mercado negro tanto del cannabis como de los opioides. Por otro lado, se refuerza la idea de que el cannabis puede ayudar a reducir el consumo de opioides. Es cierto que otros estudios están advirtiendo de que esto no es así y que las supuestas bondades del cannabis en este sentido están lejos de poder demostrarse. Sea como fuere, aún se necesitan más estudios para que la balanza se desequilibre hacia un lado u el otro.