El nuevo Gobierno de Tailandia se ha posicionado a favor de endurecer la lucha contra las drogas por la vía de la represión. Durante el pasado fin de semana el gabinete de gobierno presentó las directrices del plan nacional de lucha contra las drogas para los próximos cinco años, y el primer ministro, Srettha Thavisin, declaró que la lucha contra el narcotráfico es una prioridad nacional para su Gobierno, especialmente el tráfico de metanfetamina.
“Debemos tomar medidas enérgicas contra los narcotraficantes. Son delincuentes que no temen la cárcel, pero sí temen la confiscación de sus bienes. Entonces urjo a todas las agencias a que aceleren el uso de la ley”, dijo Srettha Thavisin, según cita la agencia EFE. Entre las medidas anunciadas hay propuestas para que los adictos sean tratados como pacientes sanitarios y propuestas para aumentar las operaciones de la lucha contra el narcotráfico y contra el lavado de dinero. Todo para alcanzar una “significativa reducción” de la disponibilidad de drogas en el país para dentro de un año, según las palabras del primer ministro, con el objetivo de que las metanfetaminas “desaparezcan” en cuatro años.
Las medidas anunciadas por el Gobierno han despertado críticas entre activistas y ongs, quienes temen que el nuevo primer ministro quiera emular la política de guerra contra las drogas ocurrida en Tailandia hace 20 años, cuando el presidente Thaksin Shinawatra ordenó una campaña que en tres meses acabó con la vida de entre 2500 y 2888 en ejecuciones extraoficiales por supuestos sospechosos de traficantes.