Los legisladores del estado de Texas (EE.UU) se están planteando seriamente cambiar la ley que te manda a la cárcel por llevar encima una onza o menos de cannabis.
Este cambio de ley tiene bastantes posibilidades de cuajar ya que cuenta con el apoyo de los dos partidos mayoritarios. Se pretende cambiar la ley para que la posesión de una onza o menos se considere una “ofensa civil” y no una “ofensa criminal”, que es la diferencia entre ir o no ir a la cárcel y, además, mantendrá los registro criminales limpios, algo fundamental para encontrar trabajo. La multa a pagar será de unos 250 dólares.
Cada año se producen unos 75.000 arrestos por marihuana. La mayoría de estos arrestos son por menos de la mitad de una onza. Los gastos tanto para la administración, el sistema penitenciario, la policía y las familias que deben sufrir estos abusos son enormes. El sistema no funciona y, por fortuna, parece que las cosas comienzan a cambiar.
Pero siempre hay gente que es incapaz de cambiar: el próximo lunes testificarán ante la Cámara de los Comunes de Texas tanto personas que consideran que la ley debe modificarse como aquellos que quieren que todo siga igual.
Entre estos últimos están los agentes de policía de Plano, North Richland Hills y Grand Prairie. Consideran que la marihuana es una “droga de entrada” y que la posesión debe seguir siendo castigada severamente. Además creen que rebajar el delito a menos de una onza es permitir que se puedan hacer “40 cigarrillos de marihuana” sin castigo cuando, según ellos, es una cantidad de cannabis muy grande.
Si tenemos en cuenta que ambos partidos están por la labor de descriminalizar, mucho empeño van a tener que poner los agentes de policía para impedir que se cambie la ley. Si Texas, tradicionalmente uno de los estados más conservadores de los EE.UU, cambia sus leyes contra el cannabis será otro paso (casi definitivo) hacia una legalización federal que llegará más pronto que tarde.