El Ayuntamiento de Vancouver, la ciudad más poblada de la Columbia Británica, aprobó anteayer una medida para despenalizar la posesión de pequeñas cantidades de drogas en la ciudad. La medida fue aprobada por unanimidad pero no podrá ser aplicada hasta que sea aceptada por el Gobierno central de Canadá en manos del Primer Ministro Justin Trudeau. La provincia de Columbia Británica decretó en 2016 la crisis sanitaria debido al elevado número de sobredosis por opiáceos que se producen en el territorio.
El alcalde defendió que la propuesta es “un paso necesario para reducir el estigma asociado al uso de sustancias y alentar a las personas en riesgo a acceder a servicios de tratamiento y reducción de daños”. Con la crisis sociosanitaria provocada por la covid-19, la situación de los usuarios de drogas con adicciones ha empeorado, y el número de sobredosis se ha disparado en distintas partes del mundo. Tan solo en el mes de octubre murieron 162 personas por sobredosis en Vancouver.
La medida deberá ser aceptada por el gobierno federal del país, y no está claro que se vaya a aceptar. No existen precedentes de despenalización en ninguna otra ciudad canadiense, y en septiembre el Primer Ministro se mostró reacio en público a aplicar medidas de este tipo. Sin embargo, despenalizar la posesión es una forma de aligerar la carga punitiva sobre los usuarios de drogas, rebajar los problemas asociados a las adicciones y ofrecer mayores oportunidades para mejorar la situación.
“Con más de 1500 muertes en Vancouver desde que se declaró la emergencia provincial por sobredosis en abril de 2016, y un estimado de 329 muertes por sobredosis en la ciudad de Vancouver en lo que va de año, 2020 está camino de ser el peor año para sobredosis y se necesita urgentemente un nuevo enfoque”, dijo el alcalde de la ciudad, Kennedy Stewart, a través de un comunicado reproducido por Europa Press.