Las extensiones de cultivos ilegales de hoja de coca y la producción de cocaína han alcanzado máximos históricos en Colombia por segundo año consecutivo. Así lo atestigua el informe anual del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Naciones Unidas, cuyos resultados se presentaron de forma oficial en Bogotá hace unos días. El informe recoge que durante el 2022 el país tuvo 230.000 hectáreas dedicadas al cultivo del arbusto de coca, y produjo 1738 toneladas durante todo el año.
Según la información recogida por El País, la cantidad de hectáreas de coca cultivadas en 2022 suponen un incremento del 13% respecto a los registros del 2021, mientras que la cantidad de cocaína producida aumentó un 24% en 2022 respecto al año anterior. Colombia es el principal país productor de cocaína, y produce aproximadamente el 60% de la cocaína a nivel mundial.
La mayoría de los cultivos de hoja de coca del país se concentran en provincias que tienen fronteras con otros países. Según el informe casi dos tercios de los cultivos se sitúan en Nariño y Putumayo, provincias limítrofes con Ecuador, y en Norte de Santander, que limita con Venezuela. Putumayo, que también tiene frontera con Perú, es donde más han crecido los cultivos, con un aumento del 77% en el número de hectáreas.
El informe ha llegado mientras Colombia está inmersa en un proceso de elaboración y presentación de su nueva política de drogas. “Este es un momento muy oportuno para pensar en estrategias nuevas. Vemos con optimismo que la política de drogas del Gobierno de Colombia, socializada hace dos días, contó con una construcción mucho más participativa, que acerca las perspectivas del Gobierno y la comunidad”, dijo Candice Welsch, representante regional de Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, durante la presentación del informe.