Brasil es uno de los países en los que más está creciendo la industria del cannabis. El 2024, su mercado medicinal cerró con más 853 millones de reales (134.2 millones de euros), meses atrás el Supremo Tribunal Federal despenalizó la tenencia de marihuana para consumo personal y en el último año los pacientes registrados aumentaron en un 56%, con un total de 672 mil personas inscriptas para comprar fármacos. Pero ahora, un informe económico asegura que para la próxima década este país sudamericano podría ser uno de los más poderosos en la industria mundial del cáñamo.
El informe Cânhamo: a Commodity do Futuro, elaborado por el Instituto Ficus, el mercado mundial del cáñamo podría llegar a alcanzar los 8.7 mil millones de dólares (8.3 mil millones de euros) para el año 2033. El estudio revela que Brasil posee un entorno natural propicio para el cultivo de cáñamo, con tierras y climas adecuados en diversas zonas del país. Existen vastas extensiones de tierras degradadas, alrededor de 28 millones de hectáreas, que podrían revitalizarse para este cultivo sin necesidad de deforestación.
Además, en los cultivos se puede utilizar en rotación con soja, maíz y trigo, principales productos básicos producidos en suelo nacional, aumentando la productividad de estos cultivos entre un 10% y un 20%. El cáñamo cultivado en Brasil también podría capturar hasta 16 toneladas de CO₂ por hectárea, contribuyendo al mercado de créditos de carbono.
Respecto al comercio exterior, Brasil puede beneficiarse de su alianza comercial con China, el mayor demandante mundial de fibras de cáñamo, para consolidarse como un proveedor destacado en el mercado global. Además, cabe resaltar que Brasil comparte el BRICS con esta potencia económica mundial, junto a Rusia, India y Sudáfrica.
