La legislación del cannabis en Colorado incluyó la posibilidad de que las personas que hubiesen sido condenadas por posesión o consumo de pequeñas cantidades de cannabis pudieran eliminar los registros de sus condenas.
Esta medida está pensada para revertir una situación que ahora se considera injusta en el estado: ser encarcelado por posesión o consumo de pequeñas cantidades de marihuana. La medida concierne especialmente a la comunidad negra y latina, que son las que han sufrido la mayoría de condenas de este tipo. El objetivo de la eliminación de los registros de condenas es evitar que estas personas encuentren trabas por haber estado en prisión, como ocurre por ejemplo a la hora de encontrar trabajo, vivienda o pedir un crédito. También puede ser un agravante en casos de nuevas condenas. Pero, según datos del programa estatal Turn Over a New Leaf, dedicado a la eliminación de dichas condenas, por ahora solo se han conseguido eliminar menos del 1% del total de los registros de este tipo. En Denver solo 60 personas han conseguido retirar sus condenas de las 13.000 que tienen posibilidad de hacerlo. En Boulder han sido solo 11 personas de las 4000. La lentitud con la que avanza el proceso se debe principalmente a que la ley de Colorado no permite la eliminación automática de los registros, por lo que se tiene que realizar una solicitud formal y esta debe ser tramitada por la administración. Este tipo de medidas, que especialmente buscan revertir el carácter racista de la represión de la guerra contra las drogas han sido introducidas en otros estados y su aplicación está siendo demandada por grupos activistas y políticos de todo el país.