La corredora profesional Sha’Carri Richardson ha quedado formalmente suspendida de su participación en los Juegos Olímpicos de este año después de que diera positivo por cannabis en un control de drogas. Se trata de la segunda suspensión por consumo de cannabis para los Juegos Olímpicos, después de que Arley Méndez, el levantador de pesas chileno, fuera descalificado la semana pasada.
Richardson era una de las atletas favoritas con más posibilidades de haber conseguido el oro en la competición olímpica de los 100 metros lisos. Como le ocurrió al chileno, el positivo en una competición clasificatoria ha evitado que pudiese sumar el resultado de la última competición a su puntuación clasificatoria para los juegos. Sin embargo, según The Guardian, Richardson todavía podría participar en la competición de relevos de 4x100 porque su paso por las pruebas clasificatorias no ha sido anulado.
Desde el 1 de enero de 2021, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el organismo internacional que marca las normas contra el dopaje en competiciones deportivas, sacó al cannabis, la cocaína, la MDMA y la heroína de la lista de sustancias dopantes. Desde entonces la AMA considera esas drogas como sustancias de abuso y las sanciones son mucho menores que en el caso de las sustancias que sí figuran como dopantes, pero siempre que los atletas demuestren que se usaron fuera de competición.
Es decir, si el test arroja un resultado reciente y las sustancias pudieron haberse usado durante la competición el positivo califica como dopante, como le ha ocurrido a Sha’Carri Richardson y a Arley Méndez. Aunque en los Juegos Olímpicos es la agencia ITA la que emite sanciones, esta fue creada bajo la supervisión de la AMA, y también considera que el uso de cannabis durante los días de competición es motivo de suspensión.