El Gobierno de Andorra presentó la semana pasada un informe en el que se concluye que la regulación del cannabis puede ser una nueva vía de oportunidades agroeconómicas y sanitarias para el país. Las recomendaciones del informe apuntan a una industria de producción de cannabis rico en CBD y también a la producción de cannabis psicoactivo para la producción de productos medicinales con THC. No obstante el estudio no contempla el uso recreativo de la planta.
Hace cinco meses que el Gobierno encargó el estudio para valorar la creación de una industria de cannabis medicinal al Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), una empresa pública de la Generalidad de Cataluña adscrita al Departamento de Agricultura. El informe fue presentado frente a la comisión de economía por el director de Desarrollo de la Investigación y de la Innovación del IRTA y la ministra de Medio Ambiente, Agricultura y Sostenibilidad.
Según ha publicado Europa Press, durante su intervención el director del IRTA destacó las ventajas de desarrollar una industria de producción de cannabis como una forma de diversificar los cultivos agrícolas e impulsar económicamente varios sectores como el farmacéutico y el cosmético. “No tenemos prisa”, dijo la ministra de Medio Ambiente y Agricultura, quien consideró que hace falta tiempo para estudiar la implementación de una industria de producción del cannabis y profundizar en cuestiones sanitarias, de control y seguridad.