El Gobierno de México está estudiando la posibilidad de implantar una regulación de los cultivos de amapola de opio, según afirmó el presidente Manuel López Obrador la pasada semana. Preguntado por la regulación del cannabis que está siendo tramitada por el poder legislativo, el presidente respondió hablando también de una posible regulación de los cultivos de opio. “En lo que tiene que ver con la comercialización de la marihuana y la amapola, se ha tomado la decisión de iniciar un análisis de fondo sobre estos cultivos”, dijo.
El presidente aludió explícitamente a los cultivos ilegales de amapola que se realizan en el país, principalmente para producir heroína destinada al narcotráfico, y dijo que los campesinos estaban perdiendo ingresos porque los traficantes están sustituyendo la heroína procedente de estos cultivos por fentanilo comprado en Asia. “Los bajos precios pagados a los campesinos de amapolas en México, combinado con el aumento en el uso de fentanilo en Estados Unidos, probablemente derivaron en una disminución de los cultivos”, afirmó en declaraciones reproducidas por Associated Press.
Las palabras del presidente sugieren que el Gobierno estaría estudiando la posibilidad de presentar una iniciativa para legalizar los cultivos de amapola. La propuesta no es nueva y ya ha sido mencionada anteriormente dentro del Gobierno. Una regulación de los cultivos de amapola podría aprovecharse para la producción de derivados opiáceos como la morfina o la heroína, utilizadas en pacientes con graves dolores y en intervenciones hospitalarias, y también podría dar lugar a una regulación del uso entre personas con dependencia a estas sustancias en programas de mantenimiento o deshabituación.