El príncipe Enrique, duque de Sussex —hijo menor del rey de Reino Unido, Carlos III—, podría enfrentarse a un juicio en EE UU en relación a la información aportada para sus visados de residencia en el país. La razón es que el príncipe Harry reveló en sus memorias publicadas este año que en el pasado había consumido varias drogas ilegales y esa es una razón suficiente para denegarle la residencia a alguien según la política de inmigración de EE UU.
El príncipe ha sido denunciado por una fundación conservadora, la Heritage Foundation, que lleva tiempo tratando de conseguir su hoja de solicitud de visado que presentó cuando entró en el país o cuando solicitó el permiso de residencia. Según el diario New Zealand Herald, la fundación Heritage ha tratado de acceder a la solicitud de visa mediante el derecho a la Libertad de Información, pero el Gobierno estadounidense se ha negado a publicarla.
Es por esto que la fundación ha llevado el caso a juicio. “El caso de los registros de inmigración del Príncipe Harry se llevará a cabo en el Tribunal Federal de Washington, DC frente a un juez federal de los Estados Unidos”, dijo Nile Gardiner, director del Centro Margaret Thatcher para la Libertad en la Fundación Heritage.
Todavía no se sabe si el príncipe será llamado a declarar. Lo que sí está claro es que si el príncipe negó su consumo de drogas para lograr el permiso de residencia en el país, ahora podría tener que dar explicaciones y enfrentar una posible deportación y la pérdida de su estado de residencia en los EE UU por haber mentido en el formulario. Si se descubre que el príncipe reveló su uso de drogas, entonces tendrán que ser los funcionarios estadounidenses quienes expliquen la razón por la que permitieron su entrada.
Este último caso no es ilegal y aunque el consumo de drogas ilegales se considera un motivo suficiente para denegar la entrada al país a alguien, los funcionarios tienen potestad para permitirle la entrada a un consumidor de drogas si así lo consideran. En su libro de memorias el príncipe Enrique, que hace dos años eligió desvincularse de la monarquía británica, contó como había probado el cannabis, la cocaína y drogas psicodélicas con intención lúdica y terapéutica.