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En EE UU el consumo de cannabis crece entre los mayores de 65 años

Un nuevo estudio publicado en la revista JAMA muestra que el uso de cannabis entre personas adultas en Estados Unidos ha aumentado de forma significativa en los últimos años, impulsado en gran medida por la legalización en varios estados.

El incremento del consumo de cannabis en personas mayores no es un fenómeno nuevo, pero los datos recientes revelan una consolidación del cambio cultural en torno al cannabis. Según el informe, basado en la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud, el 7% de los adultos mayores usaron marihuana en el último mes de 2023, frente al 4,8% en 2021 y al apenas 1% en 2005. Este crecimiento sostenido en el tiempo marca un cambio profundo en la percepción del cannabis como herramienta de bienestar y salud entre una generación que tradicionalmente no había sido parte activa del mercado de consumo.

El estudio, desarrollado por investigadores de las universidades de California en San Diego y Nueva York, identifica que el mayor aumento de consumo se dio entre personas con alto nivel educativo, ingresos elevados, mujeres y residentes en estados donde es legal el cannabis. También se registró un repunte entre personas mayores que padecen múltiples enfermedades crónicas, lo que sugiere un posible uso terapéutico no siempre supervisado. Los autores del estudio destacan que este fenómeno puede estar relacionado tanto con el aumento de la disponibilidad de productos con fines médicos como con una mayor apertura social hacia su utilización.

Además, el acceso al cannabis legal parece influir directamente en los patrones de uso. En estados donde existen programas de cannabis medicinal o uso adulto regulado, el porcentaje de personas mayores usuarias es considerablemente más alto que en aquellos donde sigue prohibido. Esta diferencia sugiere que el contexto regulatorio actúa como facilitador del acceso, pero también plantea interrogantes sobre la equidad en el acceso terapéutico y la necesidad de formación clínica especializada.

Otros estudios citados en el mismo informe refuerzan la idea de que mientras algunas investigaciones en pacientes mayores de 50 años muestran mejoras en dolor, sueño y calidad de vida con productos ricos en CBD y bajos en THC, otras alertan sobre el uso simultáneo de tabaco o alcohol en este grupo, lo que podría potenciar efectos negativos. Incluso se ha observado que una parte de las personas usuarias experimenta beneficios subjetivos que no siempre están respaldados por evidencia científica robusta, lo que pone en evidencia la urgencia de estudios longitudinales que aborden esta población de forma específica.

La normalización del consumo de cannabis en personas mayores plantea nuevos desafíos para los sistemas de salud, que deben acompañar este cambio con acceso a información a través de guías de uso específicas, protocolos clínicos claros y una visión libre de prejuicios. También representa una oportunidad para construir puentes entre generaciones usuarias y avanzar hacia una política de salud pública que reconozca la diversidad de usos del cannabis en la vejez.

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