Una propuesta de ley para acabar con la prohibición de todas las drogas, y con la persecución policial y judicial de las personas que las usan, ha sido presentada en el Congreso de Estados Unidos. La medida ha sido registrada coincidiendo con el 50 aniversario del inicio de la guerra contra las drogas del expresidente Richard Nixon, y su aprobación supondría el mayor paso legislativo para acabar con las políticas prohibicionistas y la guerra contra las drogas de la historia del país.
La propuesta ha sido presentada por los representantes demócratas Bonnie Watson Coleman y Cori Bush, y fue redactada junto con la ong Drug Policy Alliance. El objetivo de la medida es acabar con la prohibición de todas las drogas en todo el territorio de los EE UU, abandonar las políticas punitivas y cambiar el enfoque hacia una perspectiva de salud pública. Para ello la propuesta incluye cambiar la autoridad sobre la ley de drogas, que dejaría de estar en manos del Fiscal General y pasaría al Secretario de Salud y Servicios Humanos.
El proyecto, que ha recibido el título de Ley de Reforma de las Políticas de Drogas, acabaría con las sanciones penales por posesión de drogas, eliminaría los antecedentes penales de delitos relacionados con drogas y pondría fin a las políticas discriminatorias que afectan a los consumidores, tales como la denegación de ayudas públicas, empleos, licencias de conducir, derechos de voto y obtención de la ciudadanía.
“Al crecer en St. Louis viví una guerra maliciosa contra la marihuana en la que los negros fueron arrestados por posesión a una tasa tres veces mayor que la de sus contrapartes blancas, a pesar de que las tasas de uso son similares. Como enfermera, he visto a familias negras criminalizadas por el uso de heroína mientras que las familias blancas son tratadas por el uso de opioides [...] Este enfoque punitivo genera más dolor, aumenta el uso de sustancias y deja a millones de personas viviendo en la vergüenza y el aislamiento con un apoyo y una curación limitados”, dijo la congresista Cori Bush en una nota de prensa reproducida por Marijuana Moment.
La introducción de la medida en el Congreso supone un hito histórico para el país, que en la década de los 70 invirtió mucho dinero en propagar las políticas prohibicionistas en su propio territorio y más allá de sus fronteras, y su aprobación también podría tener consecuencias sobre las políticas de drogas en el resto del mundo. En el país ya hay un estado, Oregón, que el año pasado despenalizó todas las drogas en su territorio, y recientemente una encuesta recogió que la mayoría de estadounidenses apoyan una despenalización de todas las drogas.