Si en EE.UU. se legalizaran todas las drogas la recaudación de impuestos aumentaría al año 100.000 millones de dólares. O eso dicen en el Instituto Cato de estudios económicos de la Universidad de Harvard.
Cabe señalar que ese dinero no sería solo de los impuestos recaudados sino de lo que ahorrarían los distintos cuerpos de seguridad del estado al evitar tener que estar persiguiendo ciertos tipos de delitos relacionados con estas sustancias.
Dice Jeffrey Miron, director del Instituto Cato: “La legalización de la droga afecta diversos espacios sociales… En el debate sobre la legalización de la marihuana los académicos y los medios de comunicación se centraron en cómo la legalización afecta a la salud pública y la justicia criminal. Pero los políticos y los académicos deberían tener también en consideración los efectos fiscales de la legalización de la droga. Esta puede reducir los gastos del gobierno, que podría ahorrarlos para otros usos, y generar dinero de los impuestos que pasaría de los productores y consumidores de drogas a las arcas del estado”.
Lo que parece obviar Miron es que si hay preocupación por las consecuencias en temas de salud pública no es por capricho sino porque resulta bastante relevante. Es cierto que se recaudaría más, pero si legalizar una sustancia puede llevar a más personas al hospital es una cuestión que debe ser mensurada. Ganar más dinero parece bastante razonable y es un buen cebo para los políticos, pero no se puede poner sobre la mesa un tema tan delicado pensando únicamente en los billetes que uno puede ganar.