En las últimas semanas los Mossos d’Esquadra se han encontrado con insólitos sistemas de protección y trampas en cultivos ilegales de cannabis diseñados para herir a las personas que se acerquen por la zona. Esta semana los Mossos han informado que un agente fue herido por un disparo de un cartucho de escopeta en la pierna después de que se activara una trampa automática en el perímetro de un cultivo ilegal de cannabis.
En esa ocasión los Mossos acabaron encontrando ocho plantaciones de cannabis situadas en el municipio de Alcoletge (Lleida). El agente fue herido mientras se acercaba a una tienda de campaña vacía que supuestamente servía de estancia para una persona que vigilaba los cultivos. Tras el accidente la zona fue inspeccionada por los servicios de desactivación de explosivos. En total encontraron cinco trampas con disparadores como la que hirió al agente y una sexta con pinchos, además de cámaras de vigilancia que se activaban con el movimiento.
Hace unos días durante la rueda de prensa de la operación que acabó con una organización albanesa dedicada al tráfico internacional de cannabis, el jefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos explicó que los agentes encontraron una puerta de entrada a una nave industrial que estaba electrificada. La puerta se encontraba en un polígono industrial de Reus donde dentro había una plantación de marihuana. Según se explicó en la rueda de prensa, el sistema había sido instalado para evitar los robos de otras bandas y no contaba con ningún mecanismo de seguridad que evitase una muerte accidental.