En 2023 Minnesota legalizó el uso adulto de cannabis, pero su despliegue comercial ha sido gradual, ya que durante más de un año las ventas recreativas quedaron limitadas a dispensarios de naciones tribales mientras el Estado construía su sistema de licencias, laboratorios y normas de prueba.
Durante este periodo se fue afinando estándares de etiquetado, seguridad del producto y capacitación para operadores, con el objetivo de crear un mercado con controles verificables y reglas claras para productores y minoristas.
A mediados de septiembre la OCM informó que las ventas minoristas de cannabis de uso adulto ya estaban en marcha en todo Minnesota gracias a los convenios entre tribus y Estado, habilitación de dispensarios médicos para vender a usuarios adultos y la puesta en marcha de los primeros laboratorios de control de calidad.
El primer hito visible llegó el 16 de septiembre a las 16:20 cuando Legacy Cannabis, una microempresa con licencia estatal, realizó la primera venta de cogollos cultivados por la White Earth Nation (tribu ojibwe de Minnesota). Al día siguiente, medios especializados reportaron que los primeros operadores no tribales con licencia ya comenzaban a atender a usuarios adultos de cannabis.

Pero más allá del hito comercial, el arranque del mercado regulado responde al objetivo de la política pública que busca trasladar el consumo a circuitos legales con productos analizados, trazabilidad y generación de ingresos locales, desplazando -de esta forma- al mercado ilícito.
Para organizaciones como NORML, la expansión de ventas reguladas en Estados Unidos permite a los consumidores acceder a marihuana de calidad verificada y a las comunidades captar beneficios económicos y laborales que antes quedaban fuera del circuito formal, a la vez que se refuerza la seguridad del producto y la transparencia durante todo el proceso.