El Gobierno de Canadá ha aprobado un nuevo plan contra el tabaquismo entre cuyas medidas para reducir el consumo está la de poner advertencias impresas en cada uno de los cigarrillos que se vendan. El plan, centrado en la información sobre riesgos del consumo que se muestra en los productos de tabaco, entró en vigor el pasado 1 de agosto y se irá implementando entre este año y el que viene, con la expectativa de que los cigarrillos con advertencia lleguen a lo largo del 2024.
El Ministerio de Salud ha comunicado la medida aludiendo que en torno al 13% de los canadienses consumen tabaco, un hábito que al sistema de salud pública le cuesta más de 6000 millones de dólares anuales. “El consumo de tabaco sigue matando a 48.000 canadienses cada año. Estamos tomando medidas al ser el primer país del mundo en etiquetar cigarrillos individuales con mensajes de advertencia para la salud”, dijo hace unos meses Carolyn Bennett, la que entonces era la ministra de salud mental y adicciones.
Además de las advertencias en cada cigarrillo, la nueva normativa implica una actualización de los mensajes e imágenes de advertencia que ya llevan los paquetes de tabaco. La última vez que se actualizaron fue hace diez años y a partir de ahora tendrán que cambiar cada dos o tres años, en función del tipo de producto. También se ha establecido que el tamaño de las advertencias sanitarias de los paquetes deberán ocupar al menos el 75% del área del paquete.