El ministro de Justicia de Bélgica, Vincent Van Quickenborne, ha propuesto aumentar las sanciones administrativas contra las personas que sean sorprendidas usando drogas distintas al cannabis. Van Quickenborne, que forma parte del partido liberal flamenco Open VLD, quiere que los usuarios de “drogas duras” reciban una amonestación de 1000 euros, esto es, diez veces más que la cantidad con la que se sanciona actualmente
Además de proponer multas más elevadas, el ministro también quiere extender los controles de drogas que se llevan a cabo en los festivales. Aparentemente, la estrategia del ministro para reducir el narcotráfico no está dirigida contra los narcotraficantes, sino que se basa en castigar más duramente a los usuarios de drogas. “Quien puede pagar 50 euros por un gramo de cocaína puede también pagar 150 euros”, dijo el ministro, haciendo referencia al precio actual de las sanciones por tenencia de drogas, que van de los 75 a los 150 euros.
Las declaraciones del ministro, citadas por la agencia EFE, han sido pronunciadas en un contexto de aumento de las incautaciones de cocaína en el puerto comercial de Amberes, el segundo más importante de todo el norte de Europa y una de las principales entradas de cocaína al continente europeo. En 2021 las autoridades belgas incautaron 89,5 toneladas de cocaína, la cifra más alta de la historia del puerto de Amberes y, aunque todavía no se han presentado las cifras oficiales, se estima que durante el año pasado se volvió a batir el récord, superando las 100 toneladas.