Reino Unido ya tiene una nueva jefa de Gobierno. La política Liz Truss, que este lunes fue nombrada líder del Partido Conservador, tomó ayer posesión del cargo de primera ministra después de que la Reina Isabel II la invitara a formar Gobierno. Truss ha sucedido así a Boris Johnson como primera ministra y como líder de los conservadores, pero ella no ha sido siempre conservadora: en el pasado ha abogado por abolir la monarquía y por despenalizar las drogas y legalizar el cannabis.
Según un perfil de la política publicado por la CNN, Truss ha ido cambiando de signo político con el tiempo y no encaja en el historial típico del conservador británico actual. Nació en una familia de izquierdas, fue a un colegio público y luego consiguió una plaza en la universidad de Oxford, en donde fue miembro de los Liberales Demócratas, un partido de centro que hizo oposición a las políticas conservadoras. Fue en esos años, a principios de los noventa, cuando se mostró públicamente a favor de abolir la monarquía y legalizar el cannabis.
“Creo que ella estaba haciendo el juego a la audiencia en aquel entonces, ya fuese que hablara sobre la despenalización de las drogas o la abolición de la monarquía”, dijo a la CNN Neil Fawcett, un concejal liberal demócrata que hizo campaña con Truss en los 90. “Creo que ella es alguien que le hace el juego a la audiencia con cualquier público al que le esté hablando, y realmente no sé si alguna vez cree algo de lo que dice, entonces o ahora”.
Dos años después de realizar un discurso contra la monarquía Truss se pasó al partido conservador y desde entonces ha permanecido en él, no sin continuar haciendo importantes cambios de opinión. El más significativo de estos es probablemente el referido al Brexit: en el referéndum de 2016 apoyó permanecer en la Unión Europea argumentando que el Brexit podría traer consecuencias negativas para la economía del país, pero hoy en día se considera que el Brexit fue un acierto y afirma que sus temores fueron infundados.