En Malta, el primer país europeo en aprobar una ley para dar acceso al cannabis recreativo a personas adultas, la regulación todavía está en proceso de implementarse. Aunque el autocultivo es legal desde que la ley se aprobó hace un año, la otra vía de acceso contemplada en la ley —los clubs de cannabis— todavía no está funcionando, y activistas y ongs que llevan años trabajando por la regulación están preocupadas porque el perfil de la persona al frente de la implementación de la ley ha cambiado radicalmente.
Como parte de la regulación se creó la autoridad para el Uso Responsable del Cannabis de Malta, el órgano encargado controlar y supervisar las asociaciones de cannabis, regular el sector y llevar a cabo acciones de educación y divulgación. La primera presidenta de la institución fue Mariella Dimech, nombrada para un periodo de tres años, pero cesada el pasado noviembre, 11 meses después de ser elegida para el puesto.
Tras su cese, Dimech declaró que durante el tiempo que trabajó dirigiendo la autoridad del cannabis estuvo “sin personal, sin presupuesto”, y que había tenido que lidiar “con una estrategia política y una estrategia de decisión con las que no estaba de acuerdo”. La persona nombrada para sustituir a Dimech es el exdirector de Cáritas Malta, Leonid McKay. Y este cambio radical es el que preocupa a los activistas, que temen que el carácter de la ong Cáritas, que muchas veces se ha manifestado contra la ebriedad, sea contraria a la regulación del cannabis.
Según la revista italiana Soft Secrets, Cáritas se manifestó en contra de la regulación en 2017, cuando este era un proyecto político que se empezaba a plantear en Malta. “Tenemos numerosos testimonios, más de treinta años de experiencia en el sector, junto con una sólida base de argumentos científicos y lecciones aprendidas de otros países para concluir que facilitar el uso o venta de cannabis tendrá graves efectos nocivos efectos en nuestras comunidades”, dijeron en aquel entonces desde Cáritas, según cita SoftSecrets.it.
La visión de Cáritas “lamentablemente refleja una comprensión muy pobre de cómo se consume el cannabis en la sociedad. Por lo tanto, no podemos dejar de cuestionar las habilidades del nuevo designado, ya que su pasado demuestra su aversión a la planta”, han expresado desde ReLeaf Malta, una ong que trabaja por el fin de la prohibición del cannabis en el país.