El aumento de las incautaciones de cocaína en Bélgica —que han batido todos récords anteriores— y el aumento de la violencia relacionada con el narcotráfico están haciendo sonar las alarmas en el país, con varias autoridades pidiendo un endurecimiento de las penas relacionadas con drogas y más recursos para combatir el narcotráfico. Sin embargo, hay quienes consideran que la batalla jamás se ganará y que la vía más rápida para acabar con el narcotráfico y la violencia asociada es legalizar la cocaína.
Esta es la opinión del criminólogo Tom Decorte, de la Universidad de Gante, quien está defendiendo la legalización como la mejor vía para proteger la salud y la seguridad pública en el país. “La idea que surgió hace 100 años de criminalizar las drogas duras no funciona en el mundo moderno”, dijo a la Radio Televisión Belga. “Es precisamente esta ilegalidad la que crea el mayor modelo de ingresos para las organizaciones criminales. El atractivo del gran dinero hace que sea una batalla perpetua que nunca se puede ganar”.
Decorte apuesta por una ley que permita la producción y el consumo de cocaína de forma controlada. “El resultado final sería un conjunto de reglas: quién puede comprarlo, qué edad debe tener, cómo debe estar envasado, qué puede contener o no, quién puede venderlo y producirlo… De repente obtienes una gran cantidad de palancas para determinar cómo debería ser ese producto”, explicó según recoge Brussels Times.
A pesar de estar convencido de que la regulación es la mejor manera de abordar el problema de las drogas, el criminólogo reconoce que dicho planteamiento aún “asusta a mucha gente”. La propuesta del criminólogo está cada vez más presente en los debates sobre drogas internacionales, y en algunos casos también es defendida por los gobernantes. El año pasado, la alcaldesa de Ámsterdam defendió públicamente la regulación de la cocaína en Europa como la mejor forma de evitar el narcotráfico y sus peligros. Y el presidente de Colombia también cree que es la forma más segura de gestionar las drogas.